Cuando un amante del vino piensa en Torrontés, la mente viaja inmediatamente a un lugar de aromas intensos a jazmín, cáscara de naranja y durazno blanco, seguido de un sorbo fresco y vibrante. Esa es la imagen clásica, el estilo que la propia Susana Balbo definió y llevó al mundo. Pero, ¿y si te dijéramos que esa es solo una de sus muchas personalidades?
Hoy, la "Reina del Torrontés" sigue explorando los límites de su uva predilecta, demostrando que es una de las variedades blancas más versátiles y camaleónicas del mundo. Te invitamos a un viaje por las tres caras del Torrontés que tenés que conocer, cada una con su propia alma, su propia técnica y su propio momento.
Cara N°1: el clásico, la pureza aromática y refrescante
Este es el Torrontés en su expresión más pura y conocida, el estilo que Susana Balbo perfeccionó en sus inicios. Es un vino que busca capturar la esencia de la uva directamente del viñedo a la copa.
- ¿Cómo es? Brillante, ligero y explosivamente aromático. En nariz dominan las flores blancas como el jazmín y el azahar, y las frutas cítricas y de carozo. En boca es seco, filoso, con una acidez crujiente que lo hace inmensamente refrescante.
- ¿Cómo se elabora? El secreto es la protección. Se vinifica en tanques de acero inoxidable a muy bajas temperaturas para preservar hasta el último de sus delicados aromas.
- El momento ideal: Es el aperitivo perfecto. Brilla con platos frescos como el sushi, el ceviche o ensaladas de verano.
- Nuestro vino: Crios Torrontés es el ejemplo perfecto de este estilo vibrante y auténtico.
Cara N°2: el complejo, la textura y el volumen de la madera
Este estilo desafía todas las expectativas y demuestra que el Torrontés puede ser un vino serio, estructurado y gastronómico. Es la prueba de que su carácter aromático puede convivir en armonía con la complejidad de la crianza.
- ¿Cómo es? Mantiene su perfil floral y frutal, pero ahora está acompañado por elegantes notas a vainilla, almendras tostadas y especias dulces. La gran diferencia está en la boca: gana en volumen, en peso y en una textura cremosa y envolvente.
- ¿Cómo se elabora? Fermentando el mosto en barricas de roble francés, lo que le aporta estructura y una nueva dimensión de sabores y aromas.
- El momento ideal: Es un vino para la mesa. Acompaña a la perfección carnes blancas, como un pollo al horno con hierbas, o pastas con salsas cremosas.
- Nuestro vino: Susana Balbo Signature Barrel Fermented Torrontés es nuestro abanderado de este estilo sofisticado.
Cara N°3: el vanguardista, el misterio del vino naranjo
Aquí es donde la innovación llega a su máxima expresión. Un vino naranjo es, en esencia, un vino blanco elaborado con las técnicas de un vino tinto. Es un regreso a métodos ancestrales para crear algo totalmente nuevo.
- ¿Cómo es? Visualmente ya es una ruptura, con su color cobrizo o ambarino. En nariz, los aromas primarios dan paso a notas a cáscara de naranja seca, damascos deshidratados, frutos secos y especias exóticas. En boca tiene una estructura única, con una ligera presencia de taninos que le da un agarre y una persistencia diferentes a todo lo demás.
- ¿Cómo se elabora? Dejando el jugo de la uva en contacto con sus pieles durante la fermentación, lo que extrae color, aromas y taninos.
- El momento ideal: Es un vino para paladares curiosos. Marida de forma increíble con quesos curados, charcutería y platos con especias complejas, como los de la cocina de Medio Oriente.
- Nuestro vino: Susana Balbo Signature Limited Edition Torrontés de Raíz Naranjo es nuestra audaz interpretación de esta tendencia mundial.
¿Cuál es el Torrontés para vos?
Ya sea que busques la frescura de un clásico, la complejidad de un vino con crianza o la audacia de un naranjo, hay un Torrontés esperando para sorprenderte. La obra de la "Reina del Torrontés" no se detiene, y su legado es un espectro de posibilidades.
Te invitamos a descubrir cada una de las caras de nuestra uva blanca insignia.
