Tu Malbec pide más que carne: 5 maridajes inesperados que tenés que probar
por Federico Ancillai
Si cerramos los ojos y pensamos en Malbec, es casi inevitable que nuestra mente nos lleve a una copa de tinto profundo junto a un ojo de bife jugoso en la parrilla. Es el maridaje clásico, el que todos amamos, y es perfecto por una razón: la estructura y los taninos del vino cortan la grasa de la carne en una combinación celestial.
Pero, ¿y si te dijéramos que limitar a nuestro Malbec a esa única pareja es como escuchar solo el estribillo de tu canción favorita? Nuestra uva insignia es tan versátil y compleja que tiene un universo de sabores por explorar. Es hora de invitar a tu Malbec a otras mesas, a otras cocinas y a otras conversaciones.