Cosecha temprana, durante la primera semana de febrero, lo que permite obtener un mosto de baja concentración en azúcar y, por consiguiente, un vino naturalmente ligero en alcohol y disminuido en calorías. Prensado directo del racimo y posterior desborre. Fermentación en tanques de acero inoxidable a temperaturas próximas a los 12°C y con levaduras seleccionadas.